Manifiesto
El papel, protagonista
En Singular Paper nos sentimos tan en deuda con este material que necesitamos rendirle nuestro particular y modesto homenaje en forma de manifiesto.
Tras analizar durante un largo tiempo sus diversos, variopintos e interesantes usos en nuestra vida y en nuestro día a día, queremos recordar y poner en relieve la importancia que ha tenido a lo largo de la historia en todos los ámbitos.
El papel es un material que pasa desapercibido; es tan común en nuestras vidas, lo vemos y tocamos tan a menudo, que ni llegamos a verlo, y mucho menos a apreciarlo y valorarlo.
Considerado frágil, perecedero y de fácil deterioro con el uso, el papel no es considerado un material noble, no tiene un valor especial para la mayoría. Sin embargo, nos resulta curioso y contradictorio que sea el soporte y el medio elegido para contener cosas de una gran relevancia.
Una de las más importantes razones por las que ponemos en valor el papel es por su función como medio transmisor de conocimiento. Fuentes escritas han permitido transmitir a lo largo de siglos conocimientos de todo tipo gracias al papiro, conocido como el primer papel o “el papel de la Antigüedad”.
Gracias a los rollos de este frágil material han llegado hasta nosotros transcripciones de obras claves en nuestra cultura, desde tragedias griegas a reflexiones de filósofos clásicos.
En el año 1906 se encontró un manuscrito que contenía varias obras de Arquímedes, y superpuesto sobre él un libro de oraciones escrito 300 años después.
Existen ejemplares que contienen hasta dos y tres textos superpuestos. Son pequeños universos históricos, grandes joyas que nos quedan de un pasado cultural casi perdido.
Otro aspecto de gran relevancia para nosotros es la utilización del papel como soporte de obras artísticas a lo largo de toda la Historia del Arte: dibujos, acuarelas, grabados, collages, fotografías, etc. Se podría considerar el papel como el soporte más universal utilizado con fines artísticos.
También ha sido muy importante en la elaboración de bocetos y dibujos preparatorios desarrollados previamente a la ejecución material de la obra final. Reunidos en cuadernos o álbumes, generalmente por los propios artistas, son muy valorados puesto que permiten conocer una parte del pensamiento reflexivo del artista durante el proceso de creación, su método de trabajo y a la vez entender las claves de la obra ya terminada. Un ejemplo representativo son los casi 300 dibujos preparatorios que Picasso realizó para los cuadros de las Señoritas de Avignon, o los interesantísimos sesenta dibujos preparatorios previos al Guernica.
«Se podría considerar el papel como el soporte más universal utilizado con fines artísticos»
El papel como soporte no solo ha sido relevante dentro de las artes plásticas, también lo ha sido en otros sectores culturales y artísticos como el cine y sus guiones, la música y sus partituras y por supuesto en la literatura, donde hacemos una parada obligada en los libros. La magia de leer en papel reside en pasar las páginas con las manos, el olor a nuevo o a viejo, ver lo que llevas leído y lo no leído de un solo vistazo, sentir esa sensación contradictoria de querer avanzar y a la vez no querer terminarlo; y finalmente conservarlo en la estantería una vez terminado para poder releerlo cuando queramos.
Y siguiendo esta línea más nostálgica queremos recordar la importancia de la correspondencia. Las cartas intercambiadas a lo largo de la historia entre personas generalmente separadas por la distancia encierran historias interesantes tanto de gente anónima como de personajes célebres. Existen misivas de todo género: cartas de amor, desamor, de despedida, reencuentros, cartas de suicidio como la de Virginia Wolf a su marido; de solicitud de empleo, como la de Miguel Ángel a Ludovico Sforza; cartas terribles como las de Jack el destripador, o Dovtoiesvski a punto de ser fusilado. Las cartas también son una innegable fuente documental y de información, además de ser un medio de comunicación vital a lo largo de la historia.
Seguro que entre vuestros recuerdos más queridos de la infancia se encuentra alguna carta de una persona especial. Si revisamos nuestros tesoros guardados desde la niñez seguramente entre ellos haya cartas intercambiadas durante los veranos, fotos, colecciones de cromos, etc.
Hasta nuestros recuerdos son de papel.
¿Os acordáis del juego “piedra, papel o tijera? Tan poderoso como sus dos contrincantes, el papel defendía su posición en ese triángulo de juego infinito: la piedra rompe la tijera, la tijera corta el papel y el papel envuelve a la piedra. Este la frenaba, como un escudo, sin cortar o romper nada. Como en el Haikido, empleaba la fuerza del enemigo a su favor; firme pero sin mostrar violencia, adaptándose a su forma.
«Hasta nuestros recuerdos son de papel»
Así es el papel. Flexible. Transformable. Protector. Y a la vez humilde y discreto. Puede pasar desapercibido, pero rodea nuestras vidas, hasta tal punto de ser el elegido para materializar aquello que mueve y ha movido nuestro mundo a lo largo de la historia, el dinero. Incluso supera al vil metal en este sentido, los billetes generalmente contienen más valor que las monedas.
Los chinos lo inventaron y llamaron a los billetes dinero volante, debido al escaso peso de estos y a la facilidad con que circulaban.
Podríamos escribir muchas líneas más sobre todas las aportaciones que ha realizado el papel a nuestras vidas, pero con las pinceladas que habéis leído esperamos haber conseguido poner en valor la importancia y versatilidad de este maravilloso y menospreciado material. Desde Singular Paper queremos poner nuestro granito de arena, rescatando el papel y convirtiéndolo en el protagonista de nuestro trabajo.
Con esta romántica declaración de intenciones en la que defendemos a ultranza el valor del papel no queremos que se nos malinterprete. No se trata de una lucha entre lo analógico y lo digital. Abogamos por una convivencia equilibrada. Creemos en la importancia de la tecnología y apostamos por ella en muchos ámbitos; pero pensamos que no debería ser tan invasiva en ciertos campos, sobre todo en aquellos donde reside lo emocional, en las cuestiones de piel, en aquellas pequeñas cosas que nos permiten seguir sintiéndonos humanos en un mundo tan tecnológico.